A todos nos gustan los bares, pocas personas podrán decir que no han estado en uno, o que de vez en cuando no les gusta ir a un bar a tomarse una caña acompañada de una buena tapa muy tipical hispanis. Los restaurantes otro gran aliado de todos nosotros que en ocasiones especiales salimos a celebrar algo, o de los que por motivos de trabajo recurren a ellos casi a diario. Casas rurales, hoteles, pensiones, todos ellos tienen una cosa en común, son trabajos muy sacrificados, en ellos debes de trabajar muchas horas y todos los días para poder vivir de ellos. Si tu negocio de hostelería funciona, ayate afortunado porque son muchos los que tienen que cerrar sus puertas, sobre todo desde que llegó la crisis y nos vimos inmersos en esa situación en la que a algunos no les llegaba ni para comer.
Trabajar en la hostelería es algo muy gratificante para los que les gusta el oficio, y algo tedioso para los que lo hacen por obligación. Trabajar en un restaurante por ejemplo, requiere de una dedicación que no todos están dispuestos a ofrecer, comprobar que todo este en perfecta condiciones, no solo la comida debe de ser exquisita, el trato al cliente debe de ser sublime y la limpieza e higiene espectacular, para esto cuentan con ayuda, pincha aquí para más información sobre las calidades de los manteles y las servilletas que deben de estar siempre impecables. Trabajar en hoteles es más de lo mismo, si eres un empleado, tienes que dejar todo en las mejores condiciones, tanto si eres camarera de piso, como metre, como cocinero o pinche, todo debe de cumplir un exquisito orden.
Trabajar de sol a sol es lo que hacen los camareros y los propietarios de hoteles y restaurantes, ¿a quién no le gusta ir a comer a un restaurante sin importar la hora? Se te ha hecho tarde y te presentas a comer a la cuatro de la tarde. No importa, te ponen de comer, están ahí para ayudarte y en este momento alimentarte es su principal misión. Estas personas trabajadoras no están reconocidas por la labor que hacen. Si te lías de fiesta y se te hace tarde, muy tarde, hay están los camareros estoicos, sin poner problema, esperando a que termines para poder acabar su interminable jornada de trabajo. La vida del hostelero es muy dura.