La caja de cambios es tan resistente, que es capaz de durar lo mismo que el coche; si se le dan cuidados y no se abusa de ella, no requerirá de muchas reparaciones. De su buen funcionamiento dependerá que no se desgaste el sistema de transmisión de manera prematura o que no se dañe el motor.
Estar atentos a los detalles, como que el nivel de aceite de la caja sea el indicado, no forzar los cambios de la marcha y levarlo a revisiones regulares, puede prolongar en gran medida la vida útil de la caja. Sin embargo, constantemente esta pieza es expuesta a serias averías.
Algunas señales simples le pueden servir para detectar si hay fallas que ameriten ser atendidas con rapidez, como el olor del aceite quemado, que suele aparecer cuando se sobrecalienta la transmisión. Hay algunas marcas que utilizan el líquido de transmisión o valvulina como lubricantes, con ello ayuda a bajar la temperatura; mientras que otros incluyen un radiador para enfriar el aceite.
Si el nivel del fluido disminuye demasiado o se llega a dañar el radiador, la caja de cambios sería la que desprendería el hedor quemado y sería muy grave. En caso de que ocurra, cerciórese de que no haya otros elementos dañados, además de reemplazar el líquido tal como lo dicte el manual del vehículo.
Problemas con las cajas de cambio
Las cajas automáticas suelen ser las favoritas por la comodidad que ofrecen, aun así quienes tienen un todoterreno o un coche deportivo, adoran la reacción que producen los cambios en cuanto a rapidez y a la sensación que despiertan las manuales. Las averías que sufren con frecuencia pueden dividirse en:
Inconvenientes para que entren las marchas: es común que los problemas para que entren las marchas se deba al mal ajuste del mando del embrague. De no ser así lubrique bien las varillas que accionan los cambios y después se alinean y aprietan.
Ruidos al intentar meter una marcha: tiende a pasar cuando el embrague se desajusta por completo. En esta situación, se puede probar dándole mayor tensión a su cable y sujetándolo fuerte al tope.
Bloqueo al cambiar de marcha: en su mecanismo se encuentran dos pasadores de seguridad, los cuales se encargan de que no entre al mismo tiempo más de un bolillo de selección de marcha. Si los pasadores se desgastan, podría quedarse atascado el eje secundario, debido a que se encontrarían dos marchas a la vez haciendo que gire a diferentes velocidades.
Para las reparaciones puede comprar piezas desguace para que no sufra con sus finanzas. Algunas empresas tienen página web, lo que podría hacerle más sencillo el proceso de adquisición.